Programa para madres jóvenes
Por Elena Carbajal
En el marco de talleres, como escenarios de un espacio de encuentros, se realizaron actividades dirigidas a madres jóvenes, institucionalizadas por causas asistenciales, del Hogar Arrullos, dependiente de la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Desarrollo Social; con el objetivo de recuperar y reflexionar sobre problemáticas que atraviesan en la cotidianidad social que les toca vivir.
El Taller Espacio de Encuentro, de Sensibilización y Producción Creativa, comenzó en agosto de 2007, como un sitio donde canalizar, mediante la expresión corporal, los malestares diarios y se extendió hasta Noviembre de 2008, desarrollándose en un ámbito externo a los mencionados anteriormente: El Programa de Abordajes Múltiples (P.A.M), de la misma Subsecretaría.
Los objetivos de las actividades tuvieron como eje lograr que las jóvenes-niñas pudieran tener un espacio para encontrarse consigo mismas, con su cuerpo, sus deseos, sus miedos, sus emociones, sus planes truncados por haber sido madres o porque la vida no les ofreció oportunidades.
Estos encuentros abordaron temáticas que atravesaban las madres y constaban de una disposición estructural que se desarrollaban en etapas, donde cada una de las mismas hallaba sus cimientos en la anterior.
¿Cómo se organizó cada encuentro?
En un primer momento se realiza un reconocimiento del espacio, del propio cuerpo y del otro a través de juegos de integración grupal con desplazamientos en el espacio utilizando diversos elementos: uso de las diagonales, extremos, variación de velocidades, orientando la atención en alguna parte del cuerpo (cabeza, pies, hombros, pelvis) . Es un modo de prepararse para el trabajo individual y grupal.
La segunda instancia es el trabajo de sensibilización (sensopercepción) que se realiza individualmente o en parejas. Es un trabajo de reconocimiento corporal y de su movilización, el cual permite que afloren sensaciones y emociones que en cada una resonarán de distinta manera, de acuerdo a la historia de su subjetividad, especialmente en jóvenes con los derechos vulnerados, entre ellos el de su propio cuerpo.
Este reconocimiento corporal y del despertar de las emociones lleva a un tercer momento en el cual las jóvenes plasman en una danza, un relato o dibujo aquello que fue movilizado en su singularidad y relación con el otro.
El Taller se desarrolló en un ambiente cálido, con la música adecuada y utilizando elementos que ayudaron al despertar de sentidos y el desarrollo de la imaginación, como gasas de colores, pelotas, cañas.
Al finalizar los encuentros se cantaron canciones para dormir a los niños (nanas), acompañadas por instrumentos de percusión y guitarra., canciones que luego las madres les cantaban a sus hijitos.
Este proyecto dio como resultado una nueva forma de relacionarse entre madres y niños, visibilizó otros modos de vincularse, demostrándoles que todos pueden expresarse a través del arte y llegar a él.