UNA INVITACIÓN PARA VOLVER A MIRAR LOS CUENTOS Y LA ASIGNACIÓN DE ROLES
Por María Emilia Tassano1
Libro: “Mujercitas ¿eran las de antes? (El sexismo en los libros para chicos)”.
Autora: Graciela Cabal
Editorial: Libros del Quirquincho, Coquena Grupo Editor. Colección “Apuntes”.
Lugar y año de publicación: Buenos Aires, 1992.
Este libro implica una lectura preciosa. No sé si le cabe otro adjetivo, seguramente habrá alguna otra palabra pero me gusta “preciosa” por esa sensación de joya, de preciosura, de detalle y de poco hallado. Decía precioso no el libro, sino lo que implica leerlo. El libro como objeto lo conseguí hace poco en una librería de usados. Tiene el color amarillento medio descolorido de los libros viejos. Y su encanto llega hasta ahí.
Pero su lectura, ¡qué preciosura! No sólo sigue vigente en muchos aspectos (a pesar de casi ¡25 años de su primera edición!), sino que me provoca admiración esa manera de dialogar con sus lectores/as, porque parece que nos habla a cada uno/a en el preciso y singular momento que la estamos leyendo. Es que claro, está escrito con una maestría que nos lleva de la mano y sin interrupciones en su planteo. Y ahí se encuentra el lector o lectora sorprendido/a con fragmentos de libros de lectura de los años ´30 ó ´40; perplejo/a con imágenes publicitarias o riendo con recuerdos de escenas escolares que quien más quien menos las tiene similares.
Este libro reúne trabajos que Cabal presentó “en mesas redondas, seminarios y congresos de literatura infantil o relacionados con la temática de la mujer” entre 1988 y 1991.
Y está escrito de una manera fresca, inteligente, aireada, apela al sentido común y lo “ensarta” con preguntas. No es una bajada de línea sino más bien son reflexiones que se desgranan con inquietudes y quedan a cargo de los lectores y lectoras. Es inmenso el placer de esta convocatoria a pensar sobre los lugares comunes de ser varón y mujer, sobre la literatura y la educación, sobre las tareas de varones y mujeres, el rol de cada uno/a en la economía, la relación entre los cuentos y los medios de comunicación, las consideraciones sobre escribir literatura, literatura infantil y los prejuicios de los que tampoco escapa este campo tan fácilmente.
Al mismo tiempo, no es pura crítica (¡es imposible que sea una sola cosa un texto tan sugerente!) tiene propuestas y menciones de autores y autoras que se corren de los estereotipos. Plantea situaciones cotidianas, como una escena en una biblioteca escolar que nos invita a ello, a asumir riesgos.
Y ¿por qué reseñar este libro en una revista sobre los derechos? Cabría mejor en una educativa o destinada para madres, tías y bibliotecarias… ¿Qué le importan a abogados y abogadas los cuentos? Si tienen mucho que estudiar y ponerse al día con el nuevo código civil y con el penal, con las nuevas leyes como las de identidad de género, la de matrimonio igualitario y tantas otras. Si trabajan con expedientes, plazos y argumentos. Por qué esta sería una recomendación de lectura. Pues bien, asómense a ella y lo verán.
Mientras tanto, pienso qué sería del derecho, de los alegatos de defensa o acusación de una persona, de las interpretaciones finales de los jueces y las juezas, si no pensaran qué valoraciones sedimentan nuestras verdades sobre lo que es ser mujer, varón, niño, niña, familia, persona digna… si no pensaran qué verdades se repiten en los refranes, qué vidas les caben a las amas de casa, las brujas, las lindas y tontas, las buenas y sacrificadas… si leyeran los diarios creyendo encontrar las verdades para adelgazar, las razones o las características de un hecho policial… si creyeran que la historia de ratita, de los monigotes, vacas estudiosas o los monstruos en los bolsillos no están seriamente ligados a la vida.
1. Lic. En Comunicación Social, FPy CS, UNLP. Maestranda en DDHH y becaria del IDN, ambas de la FCJyS, UNLP. Docente de Comunicación en quinto y sexto grado en una escuela primaria.